Tuesday, April 9, 2013

Capítulo 13 - Felices para siempre


El diario de Mia

Capítulo 13

Felices para siempre





Sábado 6 de Octubre de 2012

Aquí el día de mi boda, en mi antiguo dormitorio, no puedo creer que por fin llegara la fecha, han sido los seis meses más interminables de mi vida.

Debo reconocer que mi boda ha sido una pesadilla logística. Una boda en el otoño de Seattle siempre está a expensas del clima, mucho más si es en exteriores. Se tuvo que construir un entarimado para levantar el piso 20 centímetros por encima del césped, porque con las lluvias corríamos el riesgo de que el jardín fuera una piscina. Afortunadamente tengo un hermano con una empresa constructora y pudo enviar algunos de sus empleados a solucionar el problema. También teniendo en cuenta el clima decidimos que la ceremonia se llevara a cabo en la parte frontal de la casa, será un cambio interesante aunque debo confesar que cuando la planificadora lo sugirió pensé que la mujer se había vuelto completamente loca. Ahí se instaló otra gran carpa que ha sido decorada en su totalidad en blanco, quiero que nuestros invitados se sientan transportados a otro lugar, que no parezca que me estoy casando en la puerta de casa de mis padres.

Christian, tan controlador como siempre, ha enviado a su personal de seguridad a hacer barridos aquí en la casa de mis padres, tiene gente controlando quien entra y quién sale, afortunadamente los proveedores están acostumbrados a manejar situaciones como esta, y conocen a mi familia desde hace mucho tiempo, básicamente contratamos a las mismas empresas con las que mis padres trabajan para los eventos de ‘Afrontarlo Juntos’.

Anoche fue nuestra cena de ensayo y la disfrutamos mucho, la parte menos divertida sin duda fue despedirme de mi Ethan para quedarme a pasar la noche en casa de mis padres. Recuerdo que cuando Ana y Christian se casaron fue más divertido, en ese entonces mis hermanos estaban solteros y las chicas y yo nos divertimos mucho juntas aquí en la casa. Ahora solo estamos mis padres y yo.

Franco debe estar aquí en un rato, así que mejor me levanto de esta cama y me doy un baño antes de comenzar con la locura del día. La verdad se me hace muy extraño que mi padre no haya venido a despertarme como era su costumbre cuando vivía aquí con ellos, no le importaba que fuera domingo y que me hubiera dormido tarde, mi padre siempre venía a darme un beso en la mañana. Me imagino que mi madre le ha puesto un grillete y lo tiene por ahí esclavizado.

Mi madre, creo que ella está más nerviosa que yo. Ayer había revisado la lista de cosas por hacer al menos seis veces, había también revisado mi vestido y accesorios, el de mi abuela, el de ella y llamado a las chicas al menos dos veces para preguntar si tienen todo listo y para que no se les olvidara la cita con Franco al medio día, para que estemos listas a más tardar a las cinco de la tarde, para poder tomarnos las fotos antes de la ceremonia, que será a las seis de la tarde. Después de eso mientras los invitados toman los cocteles, Ethan y yo nos tomaremos otras fotos juntos y luego nos encaminaremos hacia la carpa de la recepción para que comience la fiesta.

A los chicos les tocará lidiar con los nervios de mi padre. Ellos se irán a cambiar a nuestro apartamento. Que me imagino que parecerá zona de guerra después de que los cuatro se cambien. Se van a ver guapísimos en sus tuxedos clásicos con corbata negra, a excepción de Ethan que usará corbata blanca. Básicamente estoy contando los minutos que faltan para caminar por el pasillo y que mi príncipe azul me esté esperando en el altar, es un sueño hecho realidad, mi sueño hecho realidad.




No pasan cinco minutos cuando mi padre hace su entrada en mi habitación. Entra con una sonrisa en sus labios, mi padre, no tengo palabras para expresarle mi gratitud. Fui una niña a la que su propia madre rechazó pero que fue acogida por una familia maravillosa, tengo dos padres amorosos y que me dieron todo lo que cualquier chica puede desear, no me refiero al dinero, me refiero al amor, la seguridad, la confianza y toda la ternura que tenían en su corazón. Además tengo dos hermanos a los que quiero con toda mi alma. A esta casa siempre la considere mi hogar, aquí me siento segura. Mi corazón se llena de gozo al ver la expresión de mi padre.

“Pequeña pensé que aun te encontraría acostada.” Me dice mientras me besa en la mejilla.

“No papa, hace rato me desperté, francamente no pensé que fuera a dormir tanto, creí que no pegaría el ojo en toda la noche por los nervios. Pero la verdad fue que dormí bastante bien y desperté sintiéndome descansada. Habría sido desastroso tener ojeras de oso panda el día de mi boda. ¡Imagínate!”

“ja ja ja ja Ay Mia, no cambias.” Dice en un tono claramente burlón.

“Echaba de menos mi besito de la mañana, se me hacía raro que no hubieras venido antes.”

Awww mi padre me mira con ojitos de borrego a medio morir…

“Culpa a tu madre, me tenía corriendo de un lado a otro, me tuve que escapar para venir a buscarte, tengo algo para ti.”

Ahora sí que ha despertado mi curiosidad. Me pasa una caja negra de terciopelo, parece antigua. La abro cuidadosamente mientras le doy una sonrisa emocionada a mi padre. Al abrirla lo que veo me quita el aliento, es preciosa.





“Era de mi abuela, ella se lo dio a mi madre el día de su boda, y ahora es tuyo Mia, pensé que te gustaría llevarlo hoy.”

“Papa esto es muy valioso, ¿estás seguro?”

“Claro que estoy seguro, tu eres mi única hija. Estoy esperando desde el día que llegaste a casa para dártelo.” Awww mi papá, ¿Cómo podría quererlo menos?

“Gracias Papá, muchas gracias, esto significa mucho para mí. La abuela estará conmigo el día de hoy, sin duda ella estará conmigo.”

Y lo abrazo con toda mi fuerza, para que no le quede duda de lo mucho que lo quiero.

“Claro que ella estará hoy contigo, ella estaría muy contenta y muy orgullosa de ti Pequeña, tanto como yo lo estoy.” No puedo evitarlo, mis ojos se llenan de lágrimas, y el rudo abogado Carrick Grey va por el mismo camino.

“Hoy no es día de llorar Mia, estamos de fiesta. Así que mejor bajemos para que desayunes, hoy será un largo día y necesitaras todas tus fuerzas. Además tu madre ha de estar buscándome, no puedo esconderme aquí contigo por mucho tiempo más.”

Y diciéndome esto me da una palmadita en la rodilla y toma mi mano para que bajemos juntos a la cocina a desayunar. La casa está en ebullición, hay gente por toda la planta baja, flores por doquier, definitivamente se nota que hoy los Grey darán una fiesta.

~~~

Después de desayunar voy en busca de mi madre, que según me dijeron está supervisando todo en la carpa para la ceremonia. Por fuera no parece nada especial, pero al entrar simplemente te quedas sin aliento, es un paraíso de seda blanca y flores, es preciosa. No podría haber pedido nada más, ¡me encanta!



“¿Qué te parece Mia?” Me pregunta Sylvia la organizadora en cuanto me ve, estaba hablando con mi madre, que estaba de espaldas, ambas voltean a verme esperando mi respuesta.

“Sylvia cuando me dijiste que cambiáramos el lugar de la ceremonia nunca espere algo así, simplemente es preciosa, me gusta muchísimo, seguro que a Ethan también le encantará.”

“Eso mismo pensé yo Mia, definitivamente fue una buena decisión.” Dice mi madre y se acerca a darme el beso de los buenos días. “Como amaneció la novia, ¿pudiste descansar?”

“Si mama, muy bien, ¿qué tal tú?” Y me mira con una cara…

“Agradezco que solo tengo una hija, francamente no podría pasar por esto otra vez, los nervios me están matando, no me sentí así cuando tus hermanos se casaron, debe ser porque eres la menor, no sé.”

“Cuando llegue Franco nos relajaremos con la abuela, Kate, Ana y una botella de ‘Cristal’.”

“Definitivamente el champagne siempre ayuda.” Me dice riéndose. “¿Ya desayunaste?”

“Si, desayuné con papa justo antes de venir.”

“Entonces vamos para que veas la carpa de la recepción. Aun no está terminada, falta que lleven las flores, pero ya las mesas están en su lugar y todo lo demás también, te va a gustar mucho.”

Y diciendo esto la tomo del brazo y nos encaminamos a la parte trasera de la casa para ir a ver cómo van las cosas en ese lado. La verdad no podría estar más feliz, todo está saliendo a pedir de boca, espero que el día continúe así y que San Pedro nos regale una tarde sin una gota de lluvia.

Ana y Kate llegan a la hora acordada, Teddy mi sobrinito hermoso viene con ellas y la nana. Está por cumplir los 5 meses, es el bebé más hermoso que he visto, se parece mucho a Christian pero tiene los ojos azules como Ana, aunque aún es difícil decirlo, a veces lo dejo de ver más de una semana y cuando vuelvo a verlo esta cambiadísimo. Ese niño es muy vivaracho, es perfecto, simplemente perfecto. Se va a ver guapísimo hoy con su mini-tux.

“Mia tienes una cara, ¿no deberías estar disfrutando tus ultimas horas como mujer soltera?” Pregunta Ana.

“Estoy demasiado nerviosa para poder disfrutar algo, mi mama me contagió sus nervios, yo estaba muy bien en la mañana. Me alegra tanto que estés aquí, ¿dónde está Kate?”

“Ya viene, fue a buscar a Grace, Franco no tarda en llegar, todo está quedando muy bien. La carpa en el frente se ve muy bien. Solo le pude dar un vistazo rápido antes de que Sylvia me sacara de ahí, dice que no quiere arruinar la sorpresa.”

“El interior es precioso, Sylvia superó mis expectativas.”

“Voy a dejar a Teddy con Mandy para su siesta, intenta pensar en otra cosa mientras vuelvo.”

“Pensar en otra cosa, ¡ojala pudiera!”

Ana subió las escaleras al antiguo cuarto de Christian y regresó prácticamente enseguida. Casi detrás de ella entró Kate.

“Tengo en mis manos el mejor remedio para el estrés prenupcial… CHAMPAGNE.

“Justo lo que necesito en este momento. Estoy tan nerviosa Kate.”

“No te preocupes Mia, mi hermano esta igual o peor que tú. Esta mañana que lo vi estaba preocupado hasta de que te pudieras arrepentir y salir corriendo antes de la boda. Por cierto, te envió algo conmigo. Ya vuelvo.”

Kate vuelve tan solo unos minutos después con una pequeña cajita, un sobre y un ramo de mis adorados tulipanes rosados y me los entrega. Ethan es tan detallista, me encanta que nada se le pasa




por alto. Lo primero que hago es leer lo que viene en el sobre, mis ojos se humedecen al leer la tarjeta.

Princesa
El verdadero regalo que te daré hoy será mi vida
Porque soy todo tuyo
Te espero al final del pasillo
Te amo
Ethan

“Oh Kate, como puede ser tan dulce.”

“Anda, no llores Mia, abre tu regalo.” Y volteo a ver a Ana y está igual de conmovida que yo, también tiene lágrimas en los ojos.

Y abro la caja y encuentro un par de aretes de diamantes, son tan hermosos, tienen un diamante redondo con otros más pequeños alrededor formando como un rombo, y de el cuelga otro diamante más y luego se repite el diseño, pero esta vez está colgado en forma de cuadrado. Son del tamaño perfecto, y de muy buen gusto.



Me he quedado muda… pero todos los nervios, toda la ansiedad, toda la angustia ha desaparecido, solo quiero caminar por el pasillo y verlo parado en el altar esperando por mí.

“Mi hermano estuvo cerca de un mes buscándolos, son antiguos.” Oh Dios…

“Son preciosos Mia, van a quedar muy bien con tu vestido.” Dice Ana.

“Si y van a hacer juego con el brazalete que me dio mi padre,” les paso la alargada caja negra en que reposa la pulsera. “Era de su abuela, esta mañana me lo ha regalado, por el día de mi boda.”

“Mia es una preciosidad.” Susurra Ana. “Debe ser valiosísimo.”

Tocan la puerta y entra mi madre seguida de Franco y dos personas más, han llegado el momento de embellecernos. Le muestro el regalo de Ethan a mi madre y me vuelvo a emocionar. Ella cree que soy muy afortunada al casarme con un chico que está verdaderamente enamorado de mí. Yo también estoy realmente enamorada de él.

Por fin llega el momento de ponerme el vestido, es un sencillo diseño de seda con el cuello redondo y una impresionante cola que se puede quitar y un gran escote que deja la espalda al descubierto, coqueto y de buen gusto. En el cuello lleva un pequeño bordado para darle ese toque de brillo, pero sin exagerar. Siempre quise que mi vestido de novia fuera atemporal, que cuando mis nietos vieran mis fotos no pensaran ‘que ridícula se ve mi abuela en ese merengue que se puso’, mejor algo sencillo, femenino y sexy. Me siento un poco como Audrey Hepburn.



En el cabello voy a llevar un sencillo velo largo y la peineta de plata de mi abuela, es de buena suerte llevar algo prestado. Y dicen que todas las novias debemos llevar algo azul ¿no? Pues yo elegí usarlo en la liga, será interesante ver qué cara pone Ethan cuando me la tenga que quitar en la fiesta, divertido y de buena suerte, magnifica combinación. Como un toque de color decidí usar unos manolos morados en lugar de los tradicionales zapatos blancos de novia.



Siguiendo la tradición mi madre me ayuda a ponerme la peineta y el velo. Y de regalo le entrego un pañuelo que en la orilla lleva un intrincado tejido y lleva bordada la siguiente inscripción.

Mama
Hoy seca tus lagrimas con el mismo amor que siempre secaste las mías
Tu hija que te quiere

Mia



Mi madre me da un abrazo y les muestra a todos el pañuelo llena de orgullo, no pensé que un detalle tan simple la fuera a conmover tanto.

La fotógrafa parece que vuela por toda la habitación tomándonos fotos, con mi madre, con mi abuela, las tres juntas. Con Ana, con Kate, de nuevo todas juntas. De pronto entra Elliot y al verme se queda ahí parado y abre los ojos.

“¿Que pasa algo? ¿Qué haces aquí?” ¿No le gusta cómo me veo?

“Hermanita estas Wow,  de verdad. Ethan se va a atragantar cuando te vea.”

“¡Voy a casarme!”

“Eso me han dicho. Solo quería venir a verte un momento, no te preocupes, todo está bien. Ethan llegará más tarde con mis suegros. Papa, Christian y yo nos adelantamos.”

“Entonces vete y espéranos abajo,” Kate lo despide con un beso rápido y un gesto con las manos en señal de apuro. “Ya casi vamos a bajar.”

“Bueno Mia, es hora,” Anuncia mi madre poco después  “Vamos a bajar, nos tomaremos las ultimas fotos juntos y caminarás hacia el altar.”

“Señora Kavanagh.” Dice Kate alegremente.

“¡Qué bien suena!” Respondo

“Recuerda, levanta la barbilla y sonríe,” me aconseja Ana. “El día de mi boda estaba tan nerviosa que casi me olvido hasta de respirar.” Me dice y me pasa mi ramo. Es una cascada de rosas moradas, calas, orquídeas y tulipanes blancos.

El barandal de la escalera está lleno de flores, y al final, parados están mi padre y mis hermanos. Los tres voltean a vernos, pero sus ojos están fijos en mí.

“Les dije que se veía bellísima.” Les dice Elliot mientras golpea con el codo a Christian.

“Y te has quedado corto.” Contesta el.

“Hija pareces un ángel,” me dice mi padre mientras me da la mano. “Estás muy hermosa. Y la madre de la novia también lo está, ¿no es cierto?”

“Gracias querido.” Contesta ella.  Mi madre se ve preciosa con ese vestido dorado, también tiene ese toque retro que hemos querido que impere el día de hoy.

A partir de ahí todo fluye muy rápido, flashes y más flashes, distintas poses. Nuestras sonrisas son inmortalizadas y llega el momento de la verdad, tomo el brazo de mi padre y las puertas se abren. Respira Mia, respira. No recuerdo que el pasillo fuera tan largo, la música comienza a sonar, todos voltean a verme. Paso, paso, respiro… Y ahí está el, nuestras miradas se encuentran, él me sonríe y todo lo demás desaparece, solo él y yo existimos en este momento.

“Estas hermosa Princesa,” me dice Ethan cuando me recibe en el altar y me da un beso en los labios. “No pude resistirme.”

A partir de ahí todo pasa velozmente, luego es tiempo de ir a la fiesta. La carpa es absolutamente hermosa, todo esta decorado en tonos malvas, rojos y blanco. Tiene un toque antiguo y otro tanto muy de ahora, muchas velas por todas partes para dar ese toque de intimidad.  Y una gran pista de baile, quiero que todo mundo se divierta y disfrute la fiesta, hemos contratado una banda y un DJ así que la cosa se va a poner realmente buena.



“Señora Kavanagh.” Me dice mi flamante esposo mientras me da la mano. Mi esposo, ¿no es increíble?

“Señor Kavanagh,” le contesto dulcemente.

“¿Me concederías el primer baile de la noche?” Y me guiña el ojo.

“Nuestro primer baile.”

Y las notas de Christina Perri comienzan a llenar el ambiente, hablando de pasar mil años juntos, me encanta esa canción, es taaan romántica. Así quiero que pasemos miles de años juntos.

Después de saludar a todos los invitados, partir el pastel, brindar, posar para más fotos y disfrutar de la fiesta, por fin llega la hora de irnos, por fin estaremos solos mi esposo y yo. Organizamos pasar nuestra primera noche como marido y mujer en la suite Rainier del Hotel Bellevue.

Cuando por fin llegamos a nuestra habitación, está llena de flores y velas. Suaves luces iluminan todo el espacio. Taaan romántico, taaan especial. Ethan arregló todo esto para nuestra primera noche de casados, siempre tan detallista.

“Por fin solos.” Me dice mi esposo mientras me baja de sus brazos al sofá de nuestra suite.

“Si Ethan, ha sido un largo día. Pero he disfrutado cada momento, fue muy especial.”

¿Fue todo lo que habías soñado Princesa?” Dice mientras destapa una botella de champagne y comienza a llenar dos largas copas.

“Todo eso y más. No podría haber sido más perfecto.”

Dicho esto se acerca a mí peligrosamente y me besa, no es un beso tierno, es un beso feroz, abrumador.

“Señora Kavanagh, me gustaría hacer un brindis, por nosotros.”

“Por nosotros señor Kavanagh.”

Y luego de haber tomado solo dos tragos me quita suavemente la copa de las manos y la deja junto a la suya en la mesa que tenemos enfrente.

“Te amo Princesa, estoy feliz de que me dejes amarte por el resto de nuestras vidas.”

“No hay nada que desee más que eso.”

Ethan sonríe ampliamente, y esa sonrisa lleno de calor mi corazón, sentí que ya todas nuestras dificultades habían quedado atrás y que a partir de hoy tendríamos una vida maravillosa juntos.

Una vez estamos en la habitación comenzamos a desvestirnos lentamente, sin prisas, tenemos todo el tiempo del mundo para disfrutarnos mutuamente. Cuando mi vestido cae al suelo, lo que encuentra debajo deja a Ethan sorprendido. Solo llevo unas bragas, liguero y unas medias altas. El aire frio impactó en mis pechos, haciendo que sus puntas se arrugaran, el las tomo entre sus manos para luego besarlas suavemente.

¿Señora Kavanagh pretendes matarme en nuestra noche de bodas?” Me dijo casi jadeando.

Lo sigo mirando fijamente, sin decir ni una sola palabra me acerco aún más a él, mientras el fuego en sus ojos me consume.

“Podría acostumbrarme a esto.”

Poniendo una mano en mi cadera y otra en mi nuca Ethan me lleva a la cama y comienza a frotarse contra mí, aumentando primero lento, y luego más rápidamente toda su excitación en contra de la mía. Luego lentamente desabrochó las medias del liguero y se deshizo de él, y siguieron mis diminutas bragas.

Lentamente introdujo primero un dedo dentro de mí, luego otro, y comenzó a acariciarme justo ahí…

Mientras con su boca cubre de besos primero mi cuello y bajaba hasta atormentar a mis pechos nuevamente. No puedo hacer nada, él está en todas partes, un ronco gemido salió de mi boca mientras me arqueo hacia el.

“Parece que alguien esta excitada.”

“Creí que era evidente.”

“Eres incorregible Princesa. Pero vamos despacio, esta es nuestra noche, quiero que disfrutemos cada segundo juntos.”

Demasiado lento se acomodó de rodillas entre mis muslos y comenzó a besarme primero en el cuello y fue bajando, de nuevo hasta mis pechos, chupándolos y mordisqueándolos esa forma tan especial. Literalmente me estoy retorciendo debajo de él, ¿porque no se apiada de mí por una jodida vez? Esto es demasiado…

“¿Qué quieres Princesa?”

“Oh Ethan… por favor…”

“Me rindo ante tu suplica Princesa, tómame, toma todo lo que tu esposo tiene para ti.”

Él es mío, y yo soy completamente suya…

Levantando una de mis piernas con su brazo para que la bienvenida fuera mucho mayor, mientras comenzaba con sus insistentes movimientos dentro y fuera de forma implacable. Entonces se empujaba dentro mío, cada tortuoso centímetro tras otro, taaan lentamente….

Quedamos totalmente saciados disfrutando de la intimidad de después de hacer el amor.

“¿Está bien que diga que estoy agotada?”

“Yo también lo estoy, has acabado conmigo Princesa.”

“Y mañana nos espera un largo día.”

“Fue muy especial que eligieras Tailandia como el destino de nuestra luna de miel Ethan.”

“El día de nuestro almuerzo en ‘Bizarro’ tu dijiste que querías ir, y tus deseos son órdenes para mi Princesa.”

“Eres tan detallista.”

“Princesa yo solo quiero que seas feliz, quiero ser yo quien te haga feliz, que veas como todos tus sueños se hacen realidad.”

“Tú eres mi sueño hecho realidad.”

Nos besamos nuevamente, abro mi boca para darle la bienvenida, pero el se retira.

“Si me sigues besando así no podré detenerme, deberíamos darnos una ducha rápida y dormirnos, mañana temprano el avión de Christian nos espera para llevarnos a Los Ángeles a tomar nuestro vuelo a Bangkok.”

“En el avión vamos a poder descansar, pero no vamos a poder hacer esto.”

Y ahora soy yo quien tiene el control, estoy sobre el aprisionándolo entre mis rodillas y mis brazos. Siento como su longitud comienza a crecer debajo de mi cuerpo y pronto somos uno de nuevo.

~~~

Tirada cual lagartija al sol en un camastro en el resort en una isla cerca de Phuket pienso en lo divertido que ha sido este viaje, sin duda Ethan ha organizado una luna de miel fantástica y mi suegro no ha escatimado en gastos. Pero ya se acerca el momento de regresar a casa y al frío de Seattle.

Este viaje ha sido maravilloso, ya siento nostalgia por tener que volver, hemos disfrutado de un mes juntos todo el tiempo, hemos visitado lugares que siempre soñé conocer. Tailandia, Vietnam y Laos. Disfrutamos de cenas a la luz de las velas, de paseos por las playas más hermosas que haya visto jamás. Ethan ha sido amoroso todo el tiempo, y tengo que reconocer que algunas veces hasta paciente. Hemos hecho algunas compras, encontramos algunos objetos maravillosos para adornar nuestro nuevo hogar, aprovechando nuestro viaje la decoradora de interiores se está haciendo cargo de la decoración y mi madre iba a estar echándole un ojo a todo. Así que tendremos una sorpresa al llegar a casa, espero que todo quede como Ethan y yo queremos.


~~~

Viernes 7 de Noviembre de 2012

Nuestro viaje de regreso a casa ha sido maratónico, le agradezco mucho a Christian que enviara de nuevo su avión a Los Ángeles a recogernos, más de 23 horas entre vuelos y escalas agotan a cualquiera. Pero al tocar tierra en Seattle no sé porque es como si le hubieran puesto pilas nuevas a Ethan. Es todo sonrisas, ¿de dónde saca su energía? yo estoy poco menos que muerta.

Al llegar a nuestro apartamento ya ha anochecido y Ethan me toma en sus brazos para entrar por primera vez en nuestro hogar como marido y mujer. Las luces están apagadas y nos dirigimos directamente a nuestra habitación donde la luz de las lámparas de la mesita de noche muestran el gran cambio que se ha llevado a cabo. Nuestra cama ha cambiado a una más moderna en madera oscura y sobre la cabecera una pieza de madera y bronce con un toque asiático. Ese es el ambiente que hemos querido crear en todo el apartamento, quisimos que fuera un remanso de paz de nuestras agitadas vidas, una mezcla ecléctica entre lo moderno y lo oriental. Me saca de mi ensoñación ver un ramo de tulipanes rosados sobre la cama, y casi al mismo tiempo Ethan me pasa una copa de champagne, ¿Cómo llegó todo esto aquí? Ethan y sus detalles.

“Bienvenida a casa Sra. Kavanagh.”

“Bienvenido a casa.”

Y por el brillo en sus ojos ya sé a dónde va todo esto, entonces me besa y suspiro en su boca, sin poder devolverle lo mucho que me satisface con solo besarme. Me encanta desvestirlo y tocarlo por todas partes, los dos disfrutamos mucho del ejercicio así que estamos en buena forma. Mis manos revoloteaban por todas partes, seguidas por mis labios. Me encanta sentir su sabor en mi boca, el sabor de mi esposo.

“¿Me estas seduciendo Princesa?”

“De hecho, ¿quieres ver cómo termina esto?”

Ethan rodea mi cuerpo con sus brazos y me acomoda en su pecho, mi boca nunca deja la suya, devora mis labios con avidez desatando toda la pasión que estábamos conteniendo. El viaje nos había dejado agotados, pero la necesidad del uno del otro era más grande que cualquier cansancio.

Se da la vuelta, acomodándome debajo de su cuerpo, cubriéndome por completo. Sus manos están en mi cabello manteniéndome en mi lugar y permitiendo a su ansiosa boca alcanzar la mía.

Pronto la ropa que aun teníamos puesta desaparece y somos un mar de piel sobre nuestra cama. Sus ojos buscan los míos y puedo ver en ellos todo mi amor reflejado, entonces me siento sumamente afortunada de que mi esposo me vea así, con amor y deseo. La realidad es mejor que la ficción.

“Eres tan hermosa Mia y te amo tanto, soy muy afortunado de que seas mi esposa.”

“Y yo te amo a ti, mucho. Me haces inmensamente feliz.”

Sus labios resbalan por mi piel, deslizándose desde mi cuello hasta mis pechos, mordiéndome despacio y luego chupándome. Sigue hasta atormentar mis pechos de esa forma que él sabe que me encanta. Podrá estar besándome solo ahí, pero la sensación se extiende hasta un poco más al sur.

Una de sus manos se dirige a la unión de mis muslos abiertos y empieza a acariciarme justo ahí…  Oh si…

Su boca sigue trabajando insistentemente sobre mi cuerpo, bajando, hasta llegar a ese lugar tan íntimo, pero a su vez tan familiar. Oh Dios, ¿cómo puede ser tan bueno con la boca? Literalmente hace que me retuerza de pura satisfacción, estoy volando cada vez más alto, mi pulso se acelera, creo que incluso veo estrellitas de colores.

Por primera vez desde que nos casamos habíamos pasado más de 24  horas sin hacer el amor y este es el resultado. Cuando se levanta veo que está teniendo el mismo efecto en él y que está listo para la acción, y empieza a moverse para poderse acomodar en medio de mis piernas, nuestras manos entrelazadas a cada lado de mi cabeza. Me sonríe de nuevo mientras se coloca justo en mi entrada y me enviste suavemente al principio. Luego acelera el ritmo hasta hacerlo insoportablemente delicioso. Estoy a punto de alcanzar el orgasmo de nuevo, cuando apenas me estoy recuperando del anterior, antes de conocer a Ethan pensé que eso no era posible.

De repente se detiene, ¿Por qué?

“¿Pasa algo?”

“Si, esto está a punto de terminar y necesito un respiro, no quiero que acabe tan pronto.”

Comienza de nuevo lentamente con su dulce tortura, y sin poderlo evitar estoy de nuevo donde lo dejamos…

“Oh Princesa… tu… oh… siento mucho… córrete conmigo.” Susurra mientras entierra su cabeza en mi cuello.

Y como si fuera una orden más que una súplica todo mi cuerpo responde a sus palabras y me recorre el placer como una corriente eléctrica. Busco su boca con mis labios como queriendo agradecerle todo lo que acabo de recibir. Nuestras respiraciones entrecortadas, nuestro pulso acelerado, nuestros cuerpos como gelatinas.

De pronto Ethan se levanta de la cama y toma mi mano.

“Ven, vamos a darnos una ducha y después podremos descansar.”

“Me parece perfecto.”

Y así después de un buen baño nos dejamos llevar por el cansancio. Ethan me acomoda sobre su pecho y caemos juntos en un sueño profundo.

~~~

Sábado 8 de Noviembre de 2012


Al día siguiente me despierta el sonido de unas voces, Ethan está hablando con alguien. Poco después entra en la habitación todo despeinado llevando unos jeans y una camiseta.

“Buenos días.” Le digo sonriéndole.

“Buenos días Princesa, o mejor dicho, buenas tardes.”

“¿Como así, qué hora es?”

“Casi la una de la tarde, dormimos como troncos, me desperté hace poco también, pedí el almuerzo, que no tardará en llegar. Estaba recibiendo nuestro equipaje. Anoche lo dejamos en el coche.”

“Tengo que llamar a mis padres, seguro que querrán saber de nosotros.”

“Hablé con Kate, le conté que llegamos muy bien, pero muy cansados, le dije que avisara a Grace y que nos veríamos por la noche para la cena.”

Es cierto, tenemos reunión familiar esta noche. Mis padres nos invitaron a todos a cenar esta noche en su casa, incluyendo a mis suegros y al padre de Ana, que desde que nació Teddy no pierde oportunidad de venir a verlo.

“Entonces será mejor que me levante y me ponga a organizar nuestras cosas.”

“Yo te ayudo princesa, así entre los dos terminamos más rápido.”

“¿Porque quieres acabar rápido, que tienes en mente Ethan Kavanagh?”

“Solo intentaba ser un esposo considerado.” Dice riéndose, como si no lo conociera.

“Si, si, finge inocencia.” Me burlo de él.

Y así, entre risas y besos terminamos nuestras labores después del almuerzo, para relajarnos un poco antes de ir a cenar esta noche con toda nuestra familia.

~~~

Unos minutos después de las siete de la noche estacionamos mi mercedes GLK a un lado del S de Kate. También está aquí el coche de Christian y el de mis suegros, así que supongo que somos los últimos en llegar.

Mientras nos encaminamos hacia el pórtico, Ethan lleva en la mano una gran bolsa con los regalos que les hemos traído a todos, me doy cuenta que mis padres están ahí para recibirnos, con una amplia sonrisa en los labios. Mi padre es el primero en abrazarme.

“Hola Pequeña, estás preciosa así bronceada. ¿Cómo les fue?”

“Hola papá, muy bien, estamos muy contentos.”

“Si, eso se nota, te brillan los ojos.” Me dice sonriendo.

“Tú me conoces muy bien.” Le sonrió también.

“Deja algo para mí,” le dice mi madre mientras lo aparta para abrazarme. “Te ves muy bien Mia, bienvenidos a casa de nuevo.”

“Gracias mamá, ¿cómo va todo por aquí?”

“Muy bien, ya están todos aquí esperándolos.”

Seguimos a la sala, y mientras caminamos le agradecemos a mi madre todo el trabajo que hizo con la decoradora en nuestro apartamento, quedó precioso, y también acomodaron todos nuestros regalos de boda. Mi madre es sin duda la más genial de todas.

Y ahí están todos, Elliot y Kate, Christian y Ana, Diane y Edward, mis abuelos y Teddy que está jugando con Ray. Todos han venido a darnos la bienvenida, es increíble.




TEDDY GREY

Es genial verlos a todos, pero sin duda muero por abrazar a mi sobrinito. Ha crecido mucho y está hermoso. Cada día se parece más a Christian, y se nota que va a ser un trasto. Mi abuela aprovecha para comenzar su inquisición.

“Mia te ves muy bien con un bebé en brazos, ¿tal vez estuvieron trabajando para traernos uno pronto?”

“No abuela, aun no, queremos esperarnos un poco.” Le contesto un poco apenada, intento evadirla jugando con Teddy.

“Mmm creo que debieron ir de luna de miel a Paris, a ver si de allí nos traían algo interesante. Pero apuesto a que practicaron mucho.” Me giro para mirar a Ethan que esta rojo escarlata, mi abuela no tiene medida.

Tengo que reconocer que pensar en tener hijos con Ethan me encanta, ¿qué tal una hermosa niña de ojos azules que vuelva loco a su papá o un niño como el que conquiste algunos corazones por ahí?

“Mamá,” la reprende mi madre. “Contrólate por favor.”

Mi abuelo esta colorado de la risa, no sé si por vernos a mí y a Ethan tan avergonzados o por la reprimenda que le acaba de dar mi madre a la abuela.

“Y tu papá, será mejor que no empieces.” Le dice mi madre enérgicamente, pero también divertida.

Poco después mi madre anuncia que la cena está lista y pasamos todos al comedor. Es tan agradable verlos a todos juntos divirtiéndose, pasando un buen rato.

“Mia antes de que llegaran estábamos hablando con tus padres de los planes para las fiestas.” Interrumpe Diane educadamente. “Pensamos en celebrar acción de gracias aquí en casa de tus padres, luego navidad en casa de Christian y Ana en Aspen, y año nuevo en nuestra casa, ¿Qué les parece?”

Me giro hacia Ethan que asiente con una sonrisa. “Me parece perfecto, pero antes nos gustaría invitarlos a todos a nuestra casa, sería como la inauguración de nuestro apartamento, además queremos que vean el trabajo que hizo la decoradora junto con mi madre, quedó precioso.”

“Eso nos dijo Grace,” comenta Ana. “Sin duda Linda Wong es excelente en su trabajo, a nosotros nos ayudó muchísimo, sobretodo sacando a Christian del tema de todo blanco.” Y mira a mi hermano. Se les ve muy bien, tan contentos, muy compenetrados. Sin duda se adoran, emanan un aura muy bonita a su alrededor. Ana le enseñó a mi hermano lo que es el amor y siempre le voy a estar agradecida por eso. Christian está contento, cálido, ahora parece un hombre de su edad, no el viejo amargado en que se había convertido, siempre estresado y pensando en trabajo. Y bueno, el mejor regalo de todos ha sido ese pequeñín que ahora está dormido. Teddy es un ángel que ha venido del cielo, el clon de mi hermano, así que parece que tendremos Grey para mucho rato.

“En nuestra casa también hizo un trabajo excelente, sin duda ella tiene la habilidad de expresar la personalidad de sus clientes.” Kate y Elliot están radiantes. Sin duda el matrimonio los ha madurado a ambos, ella está más relajada y menos dominante, y él más sereno y tranquilo. Y mira que tranquilizar a una cometa loca como Elliot Grey no es trabajo fácil, mis respetos para Kate.

“Debería llamarla para modernizar la casa.” Dice mi madre mientras que a mi padre le da un intempestivo ataque de tos.

“Calma Carrick,” le dice Edward en tono burlón. “Ya sabes cómo son las mujeres, siempre buscando una excusa para gastar dinero, nosotros acabamos de pasar por la remodelación de la cocina y los baños. Para mi gusto estaban bien, pero Diane insistía en que había que traerlos al nuevo milenio, ¿y pues quién soy yo para negarme a los deseos de mi esposa?”

Entonces con un gesto muy romántico mi padre toma la mano de mi madre entre las suyas y le planta un suave beso. “Yo nunca he podido negarle el mas mínimo deseo a mi esposa, si ella quiere quemar la casa y hacerla de nuevo, entonces eso haremos.”

Al verme tan conmovida viendo a mis padres que después de más de 30 años de matrimonio siguen siendo felices, Ethan toma mi mano y la aprieta con fuerza y me da un beso en la mejilla.

Me encanta mi vida y me encanta estar aquí, rodeada de la gente que más quiero. Soy una chica que fue adoptada por dos padres maravillosos para completar su familia, pero pienso que apenas fue el principio, la historia de los Grey se está escribiendo, somos una gran familia bulliciosa que apenas ha empezado a crecer, cada quien siguiendo su propia vida, pero estamos unidos, unidos por el amor que nos tenemos, que es y siempre será incondicional.



El diario de Mia regresara el jueves 2 de Mayo con un nuevo capitulo, les agradecemos mucho todo el apoyo que nos han brindado asi que por ustedes seguiremos adelante. Muchas gracias y nos vemos pronto. Laters babies.

Para A, mi amor, sin ti escribir estas lineas no habría sido posible.

No soy dueño de ninguno de los personajes de la trilogía de "Cincuenta Sombras".  Pertenecen a E L James. Estoy simplemente tomando prestados los personajes para entretenimiento y no por beneficio económico. 

Con agradecimiento a GP968 por su ayuda y apoyo para escribir este blog.

Mi agradecimiento a GE Griffin por guiarme y permitir inspirarme en su maravilloso trabajo. http://christiangreyspanish.blogspot.com/